Greenplast recibe el material a reciclar debidamente separado por tipo de plástico. Cada tipo es sometido a un proceso de reciclaje y recuperación, que consta de las siguientes etapas.
El plástico se tritura y muele en grandes máquinas diseñadas para este propósito. Queda así fracturado en un tamaño que varía entre los 70 y los 10 milímetros
Una vez triturado, el material se lava y seca. El proceso de lavado permite limpiar y eliminar impurezas, ajenas al material. El secado permite crear luego una materia prima que se comportará de forma consistente durante el peletizado.
Una vez limpio y seco, el material se calienta y comprime, con el fin de extruirlo en forma cilíndrica, como una suerte de tallarín, que a continuación se corta transversalmente, para convertirse en cientos de miles de pellets, lentejas de pocos milímetros de diámetro.
Las distintas partidas de pellets se someten a controles de calidad y a procesos de homogeneización en silos, con el fin de producir materia prima de calidad testetada, pareja y consistente, en función de los requerimientos de cada uno de nuestros clientes.